La batalla por la mente humana
Este mundo está lejos de convertirse en un lugar humano.
Digo humano pensando en pasión, consciencia, coraje, autenticidad, creación, triunfo, amor y revolución.
Son atributos que podemos tener todas las personas.
Digo podemos en lugar de tenemos, porque entenderlos, honrarlos y aprender a darles forma implica que cada quien debe descubrir su propio valor y atesorarlo por encima de cualquier cosa.
Desafortunadamente, este proceso de descubrimiento no se da en todos los casos.
Pero algunos sentirán que su sangre responde porque también han descubierto que humano significa el poder de transformar lo imposible en lo visible.
Ellos saben que el alcance de nuestras capacidades es infinito. Absolutamente ilimitado.
Saber que cada quién tiene el potencial que es capaz de imaginar duele al mirar la realidad que compartimos. Porque esa realidad es una inmensa mentira, una vil y absurda mentira, que se sostiene en la convicción de tantos hombres de que ellos saben todo lo que tienen que saber, que lo que ven es lo que es y que no hay nada que buscar.
Trágicamente, se han convencido de que no hay nada más allá y han quedado atrapados en la comodidad de una rutina.
Pero vivir es un acto lleno de sorpresas.
Cuando pensaba que nada de la comunidad alopática podía sorprenderme ya, llegué a la investigación que más lagrimas me ha costado.
Sin que pudiera anticiparlo, las vacunas volvieron a mi vida.
Lo que he descubierto es aterrador. Monstruoso a un nivel titánico.
Se perpetra día a día para el beneficio de un grupo siniestro, gracias a la complicidad y ayuda de la reconocida “comunidad médica científica”, los supremos líderes de esta tragicomedia que Szasz lucidamente llamó «La era de la Farmacracía”.
Indiscutiblemente son cientos los científicos e investigadores capaces y honestos; guerreros valientes que luchan por encontrar la verdad, exponerla y compartirla. Pero también se cuentan por cientos los artífices y ejecutores de este fraude criminal que nos agrede feroz y despiadadamente a todos.
Publicado el marzo 3, 2015 en Consciencia, Drogas, Fraude médico, Fraude remedios y vacunas, Medicina, Seguridad medicamentos y vacunas, Vacunas y etiquetado en Antonio Escohotado, batalla por la mente humana, consciencia, evidencia científica en contra de las vacunas, evidencia en contra de las vacunas, importancia de la mente humana, Libertad, riesgos de las vacunas, valor de la mente humana. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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